La complejidad se puede considerar como la
forma o capacidad que puede tener el ser humano para plantear estudios
innovadores, con nuevos aportes teóricos donde el investigador no esté limitado
a un dogma que solo se dedique a estudiar lo ya planteado por otros autores,
sino que tenga libertad de globalizar y ampliar el pensamiento y aforo para
reinventar, deliberar y proceder. Del siglo XVII en adelante los ilustres
pensadores, Heráclito, Aristóteles y Platón, han dejado grandes postulados para
el estudio de las escuelas del pensamiento filosófico; Siendo el primero de
ellos el autor de la famosa frase “nadie se baña dos veces en el mismo río”,
expresando no sólo que el agua del río segrega, sino que las personas también
se transforman de un instante a otro.
Al hacerse énfasis en la complejidad,
tenemos que uno de los objetivos de esta es que se requiere que arranquemos con
nuestros acostumbrados esbozos mentales en innovación del pensamiento que no
nos ha experimentado a idear o articular las relaciones modales entre universos
y entre mundos de lo escueto y lo
complejo, de lo separable y no separable, del orden y del desorden. El modelo
del pensamiento complejo, tendrá su origen en las nuevas concepciones, posiciones,
develamientos y reflexiones que puedan congregarse en una tarea ilustrativa
histórica estando allí su presunción. Atendiendo estas consideraciones, el
hombre, afirma Morín, es un ser biológico pero también es un ser cultural
metabiológico, en tanto vive inmerso en un universo de lenguaje, ideas y
conciencia.
Como se puede inferir, el paradigma del
grupo simplista nos lleva a desunir el estudio del hombre, a hacerlo menos
complejo, estudiándolo por partes, es decir, biológico, anatómico, psicológico,
pedagógicamente, por apartado, olvidando que el hombre es una suma que no
existe lo uno sin lo otro. En esa misma tónica, el autor ut supra establece que
hay tres primicias que nos ayuda a pensar la complejidad. El principio dialógico,
la recursividad y el principio hologramático. El pensamiento confuso integra la
incertidumbre y concibe la organización que contextualiza, globaliza, pero
también reconoce lo único y lo preciso. La complejidad requiere que destrocemos
con nuestros tradicionales esquemas mentales en reforma del pensamiento que no
nos ha habituado a concebir la diálogica de lo simple y lo complejo, de lo separable
y no separable, del orden y del desorden.
En consecuencia, una nueva epistemología y
una nueva ética se nos propone con la estrategia del pensamiento de la complejidad,
en ese sentido es pertinente y necesario para nuestra situación latinoamericana
en tanto que es origen de una nueva contemplación o representación sobre
nuestra realidad social, política, cultural, económica desde su singularidad y
su integridad que nos lleva necesariamente al cultivo de la complejidad. La
información es de alguna manera organizadora; la robótica es la teoría de las
máquinas autónomas y la teoría de los sistemas sustenta las bases de un
pensamiento de la organización.
En consecuencia, en la actualidad la
humanidad exige ciudadanos pensantes, activos, reflexivos, competitivos,
emprendedores y racionales capaces de implicarse en la formación de la
colectividad. Al referirnos a ejercitar pensamientos complejos y no dogmáticos,
competentes de ver más allá de los ambientes abiertos a cualquier contingencia
y arriesgados a tener un pensamiento crítico, creativo y cuidadoso. Para tal efecto,
debemos saber que la complejidad es un modo de cambiar la política que es de
suma importancia en el mundo planetario; llama la atención la idea de la
metamorfosis humana en el porvenir, es una cosa muy interesante, porque de
pequeños grupos de personas ha surgido el nacimiento de grandes sociedades en
la actualidad, con filosofía, religión, agricultura.
El pensamiento complejo no es solo un modo
de conocimiento, sino que tiene consecuencia en todos los campos, la vida la
sociedad y la humanidad estamos muy complejos pero hay cosas más allá de la
complejidad, un saber total en la ejecución de todos los saberes científicos
donde se mantenga una esperanza y una conciencia. En fin, el discurso de Morín
descansa como un enfoque para la complejidad del mundo actual,
la reconstrucción y centralidad del sujeto donde señala que estamos en la barbaridad
de las ideas, en la prehistoria del espíritu humano y solo el pensamiento
complejo podrá refinar nuestro conocimiento.
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