Análisis teoría de la complejidad de Edgar
Morín
A propósito de analizar la teoría de la
complejidad, se considera como un elemento confuso, tanto que su significado se
atañe a lo que el hombre desea descubrir en su acontecer diario, teniendo en
cuenta que no lo va a conocer en su totalidad, porque existen cosas que van a
quedar inciertas y cosas que van a surgir a medida que se obtiene la noción,
juicio o el conocimiento unificado. Continuando con el aporte de la
complejidad, Morín desarrolla que existieron ideólogos complejos como es el
caso de Heráclito de Éfeso que enfrentó contradicciones, argumentos y
objeciones lógicas, sosteniendo a su vez que el conocimiento es unilateral o
inseparable, fue uno de los primeros en darle lógica o razón al pensamiento
complejo, aunque no de forma precisa.
En tanto, Platón aseguraba que el mundo de
lo observable, o de las apariencias era abstracto, indeterminado o incierto, lo
que significa que no todo lo que el ser humano ve es real, hay un cumulo de
posibilidades que nos conllevan a descubrir las realidades, así que no se puede
hablar de complejidad sin reflexionar el pensamiento filosófico, ya que las
raíces de esta ciencia nutren esta corriente o ideología humana. Uno de los
propósitos de la complejidad, es aclarar que la unión de las cosas, no separar
los objetos, sino denotarlos inseparablemente, asimismo, las ciencias clásicas
juegan un papel fundamental dentro de ésta, puesto que los dogmas, leyes y
lógicas claras son una herramienta que el sujeto tiene la tarea de estudiar,
ampliar y razonar, allí es donde se concibe la complejidad.
Se dice que la complejidad, es una
comprensión de lo complejo, lo difícil del conocimiento conduce a la
eliminación de la sencillez. Por cierto que la complejidad surge allí donde el
pensamiento simplificador falla, pero integra dentro de sí todo aquello que
pone orden, claridad, distinción, precisión en el conocimiento. Mientras que el
conocimiento simple desintregra o desune la complejidad de lo real, la
complejidad integra lo más posible los modos simples de pensar, pero rechaza
las consecuencias reduccionistas, unidimensionales y finalmente deslumbradoras de
una simplificación que se toma por reflejo de aquello que hubiere de real en el
contexto.
La complejidad se presenta con los rasgos inquietantes
de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la
incertidumbre, en esa dirección, para el conocimiento, de poner orden en los
fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es decir, de
seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambigüedad,
clarificar, distinguir, jerarquizar, se dice que en el fondo, representa cambio
de paradigma, cambiar de marco de referencia, implanta incertidumbre y
confusión; al instante, crea inseguridad debido a que los principios sostienen
el conocimiento quedan sin sustento.
Por último, en la construcción de la
complejidad es conveniente concluir que el desorden va vinculado estrechamente
a lo circunstancial, inseguro, arriesgado y no controlable, también a lo que no
es definitivo y, por ende no puede ser conocido ni predicho porque reside en el
fenómeno de la incertidumbre. En cambio, el orden se relaciona a los sistemas
simples y el de desorden a los complejos, aunque se torne frecuente, hay que
inferir que la complejidad no es una fórmula para conocer lo inesperado. Sin
embargo, ofrece posibilidades para que los seres humanos descubran lo que
realmente desean, es decir, en la creencia de que lo que acontece ahora va a
perpetuarse de forma indefinida.
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